Los préstamos hipotecarios, se realizan a través de un contrato mediante el cual el cliente recibe de una entidad financiera una cantidad de dinero equivalente a un porcentaje del valor de un bien inmueble que se entrega en garantía en el momento de la firma de la escritura traslativa de dominio, ante un escribano público.
El cliente se obliga a devolver la cantidad, junto con los intereses correspondientes, mediante pagos periódicos hasta el momento del vencimiento del préstamo. A continuación hablaremos de las tasas de los préstamos hipotecarios que conforman el interés que hay que pagar en cada cuota.
Tasas de los préstamos hipotecarios
Tasas fijas:
Dicha tasas permanecerán inalterables durante la vigencia del préstamo. Es por esto que los contratos de los préstamos no podrán contener cláusulas que prevean su modificación en determinadas circunstancias, excepto que provengan de decisiones adoptadas por autoridad competente. Esto significa que en general, durante la vigencia del préstamo, la tasa pactada no se modificará.
Tasas variables:
Las tasa de interés variable, como bien lo dice su nombre, tendrán una parte que será variable, la cual se determinará aplicando ciertos indicadores (ejemplo: utilización de tasas aplicadas a plazos fijos mayores a $ 1 MM, las cuales son utilizadas como referencia en el mercado – Tasa Badlar). Es por esto que los contratos a tasa de interés variable deberán especificar claramente los parámetros que se emplearán para determinación y periodicidad de cambio.
CFT (Costo Financiero Total):
Se expresará en forma de tasa efectiva anual, en tanto por ciento con dos decimales, y se determinará agregando a la tasa de interés el efecto de los cargos asociados a la operación, cualquiera sea su concepto, en la medida que no impliquen la retribución de un servicio efectivamente prestado o un genuino reintegro de gastos.
Es decir, que será aquella tasa que efectivamente tendremos que abonar por el préstamo solicitado y la cual deberá ser informada por la entidad.
Gastos del préstamo
Muchos de los gastos adicionales a considerar son gastos administrativos, gastos de otorgamiento, seguros obligatorios, gastos por tasación, entre otros. Todos estos conceptos incrementarán el valor que tendremos que abonar a la entidad por el préstamos solicitado.
En este tipo de préstamo, la entidad financiera cuenta con una garantía especial para el recobro de la cantidad
prestada al cliente, es decir, una hipoteca sobre una propiedad inmueble. De tal manera, en caso de que el cliente no pague su deuda, la entidad financiera que prestó los fondos puede recuperar la cantidad pendiente de cobro (total o parcialmente) mediante la venta del bien inmueble hipotecado, siguiendo el procedimiento de ejecución hipotecaria estipulado por ley.
Las condiciones ofrecidas por la entidad financiera varían, entre otras razones, de acuerdo al tipo de bien hipotecado (vivienda única, familiar y de ocupación permanente, segunda residencia, etc.). En general son más favorables las correspondientes a préstamos hipotecarios para la compra de vivienda única. Además, un mismo bien puede servir de garantía de distintos préstamos simultáneamente, pues se puede hipotecar más de una vez. Las hipotecas anteriores tienen preferencia sobre las posteriores. Por ello, en caso de sucesivas hipotecas, las condiciones ofrecidas por los prestamistas suelen ser más gravosas que si se tratase de una hipoteca en primer grado.